dimecres, 23 de maig del 2012

ENCAJE


puede que mi cuerpo se adapte mejor al tuyo ahora. y por eso, esto. por tamaño. por amor. porque está en mi naturaleza encajarnos. puede que nunca haya visto sobrar tanta cama. que jamás haya tenido tanta sed de locura. que en la vida, la vida misma, haya valido tanto la pena. voy a esperarme aquí. desnuda. en tus paredes deslizándome en todas las fases lunares. el blanco dejó de ser él para acunarme en turquesa. cierro los ojos y amplio mi aurea de agua calmada. deja que te columpie, que te ame, que me olvide de mis manos cuando las pierda en tu carne. no tiene palabras la curva blanca de tu espalda. jamás se podría escribir nada de eso a otra piel. tampoco nada a un cuerpo que no fuera de mujer. y nunca la nada me ha gozado tanto. la nada de nuestras gargantas, bocas, manos, el vacío, el agujero negro que crea el colapso en el cuerpo de manera proporcional a las descendentes milésimas que nos separan. la pausa. los intentos por separar el muro y llegar a tu boca, buscando que me llenes de algo, y pesar y volver a tocar con los pies en el suelo. el abismo. el salto. y el precipicio de cascadas líquidas y de pálpitos que siguen si sigues. lo amo, ahora, con toda la serenidad de quién quiere llegar al sol y se da cuenta de que todo lo ocupa